Y toco las canciones tristes con mi cuerpo.
Y juro que me saben a piano y yo
no sé oírlo con las teclas justas
no sé rozarlo si no es con unas manos que cantan
lejos.
Y esta noche he llorado música sobre mi pelo
y he creído resucitar al oír en otras palabras mis secretos más brutales.
Y claro que sé cuál es la frase que termina el poema.
Otra cosa es que no quiera escribirla.
Y llevaba días sin rozar la tinta y me he visto arrastrada y apenas veo por la sal de agua. Y siento que es cierto, no necesito más confirmaciones, más teorías, más desvelos.
Y no sé si esto es poesía, vómito o llanto en prosa. Y claro que deseo poder contarlo.
Pero se me hunde el pecho, brotan lágrimas de canciones y miedo.
Y he comprendido que
M.A.G.