Y cuelgan calcinados
retazos frágiles
de vidas sin cuerdas.
En la memoria aún ríen
aún rasgan
la tela de una voz
"perdida para siempre."
Ellas vuelan
con las alas de un cielo
infinitamente oscuro.
La tormenta las besa
pero el aire roza sus cuerpos
y las convierte en sombras.
Las sombras no hablan
no existen
son solo algo
de lo que huimos
porque viven en nosotros.
Una estela tenue las arrastra
las veo si busco fe
o desgracia.
La dualidad entre lo frágil
y lo eterno
la tortura ínfima
de un brillo anestesiado.
Es la descripción banal
de lo olvidado
el brutal asesinato de la infancia
la esperanza de creer en música
cuando somos sordos.
M.A.G.
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