jueves, 24 de septiembre de 2015

Y dejé de huir

No puedes pretender que los libros no se te cuelen en la piel, que las canciones no te perturben, que los trenes no te lleven demasiado lejos.
No puedes luchar contra ello, sabes que la melancolía se te cosió al alma, que vuelas casi con palabras, que estás hecha de otra cosa.
No puedes dejar de llorar mientras te muerdes el labio, no puedes parar de enamorarte de todo ese dolor que te rodea, es exactamente igual que en esa película.
No te enfadaste contigo misma porque ya no sintieras nada, sino porque desterraste a una parte de ti, al reflejo de la chica que dice tonterías y apuesta para ganar. El espejo olvidó a la que ríe sin voz porque algo se le ha roto tan dentro que no se encuentra.
No es mejor para ti arrancarte el alma para que vivir sea más fácil. Hiciste lo que hace años juraste nunca hacer.
No está en tus manos cambiar el pasado. Pero ahora has vuelto, y te arde la vida, te cambia de color el corazón. El rojo sangre se ha convertido en rojo fuego.
M.A.G.

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