miércoles, 13 de marzo de 2013

Recuerda

Los buenos días con las sombras
bailando en tu espalda
y las buenas noches...
(qué decir de los incendios que a veces
descontrolábamos en abrazos).
Los enredos de pestañas, los puzzles
de miradas
y tanta luz.
Las botellas que nos rompimos,
a base de salvarnos la vida
y nosotros en medio,
naufragando sin agua, sin barca,
sin nada que nos atara más que
nuestros labios ardiendo.
Aquellas tardes con sabor a infinitos
azules y a espirales que huían
de nuestros miedos, que creían
en lo que nosotros (nos) hemos roto.
No olvides tampoco mis suspiros
que siempre han escondido más
nuncas que cualquiera de tus siempres.
Y los días fríos
y las noches oscuras
y tus besos a medias
y aquellos cigarros
(los hemos partido
en dos).
Que a veces el humo
sirve para quemar por dentro
y crea barcos de papel que
(nos) pierden las batallas.
La guerra era en las almohadas,
y nos derrotaron
cuando empecé a escribir más triste
y los 'te quiero' aterrorizaban,
nuestra vida se derretía
o quizá simplemente ya era
hielo, sangre, palabras tachadas
y nostalgias emborronadas de
suspiros.
El tiempo nos ha destruido
y esto es el punto final
de la chica que se equivocó
rompiendo ventanas.
Se quebró a sí misma.
M.A.G.

No hay comentarios:

Publicar un comentario