viernes, 8 de marzo de 2013

(Autodestrucciones)

Todo se deshizo inevitablemente
con un cuidado sutil tan inexorable
que valía la pena contemplar.
Qué
forma
tan bonita
de rompernos.
El hielo derritiéndose en aquellos ojos
y tú, lejos, claro, hirviendo.
(Como esos sueños que no son más
que dos cuerpos frente a una chimenea).
A veces tengo pesadillas con no arder
nunca
nunca
jamás.
Fuimos un poema desafinado
tan tenue como la vida de aquella mariposa
(que se ha vuelto a caer del azul de mi cuarto).
Dime. Dime dónde lo guardo.
El espacio vacío se ha comido
toda la luz que devolviste,
todas las explosiones de gemidos
y todo lo que alguna vez nos salvó.
Solo han quedado los monstruos.
Y mis fantasmas
(ahora eres uno de ellos)
que me odian y me gritan,
me emborrachan con tristeza y me voy.
Que alguien destruya el lento azar
de la inercia contra la nostalgia
(y todas esas palabras de espejos y cigarros).
Versos que son solo mierda y resquicios
de humo compartido, de brazos que se buscan,
de vidas destruidas
por mi detonante favorito.
Yo.
M.A.G.

4 comentarios:

  1. Me ha dolido, pero qué preciosidad.
    Y qué ironía al mismo tiempo, piénsalo, cómo de algo tan feo puede salir algo tan hermoso. Supongo que los momentos malos son como los gusanos de seda, de los que salen mariposas cuando menos lo esperamos.
    Que de las lágrimas de hoy, nacerán los versos del mañana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, Chica Huracán, cuando me dices estas cosas, me alegras los días.
      Ojalá sean versos preciosos, de esos que salen de los suspiros de madrugada.

      Eliminar
  2. Muchacha de los ojos de agua, la autodestrucción es tan bella como sumamente peligrosa...como te dije ayer, esto duele. Son puñales que se te clavan en el alma, que te desangran y no dejan de hacerte daño. Tus palabras son tan preciosas como hirientes y eso es lo importante para ser una gran artista.

    Atentamente: Smokey Taboo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anónimo de las palabras bonitas... Qué me vas a contar de cosas preciosas y tristes. Y encima me llamas artista. Te regalo una sonrisa, y un par de letras mal colocadas.

      Eliminar