miércoles, 20 de marzo de 2013

¿Creéis en las drogas?

Era heroína. Era el porro de las 4:09. Todo aquello que te vicia, que te mata, y que te salva a horas de mierda, en el culmen de una madrugada sucia, absurda.
(Creía en ti. En tu efecto adictivo de color aguamarina. En tus manos sujetándome fuerte.)
Creí, y luego caí. Solo unas letras de diferencia. Solo un abismo de por medio que saltar.
Era LSD. Era el infinito por ciento de alcohol en sangre. Y ver borroso, ver estrellas, verle.
Todo tan lejano, la boquilla de aquel cigarro y tus ojos cerrados. Y aquella sonrisa ladeada, y las mañanas en la cama, y, y, y...
Y.
En fin. Una sola conjunción para bloquear las lágrimas, las ganas de morir, las miradas.
(Nosotros salvándonos del mundo y destruyéndonos la vida).
Estamos acorazados por murallas de noches sin dormir, de palabras calladas, y de recuerdos con doble filo.
Ya solo sé fumarme mis expectativas desde unos ojos demasiado abiertos, desde unas sábanas enredadas por la nostalgia, y no por tus piernas.
(Y así no vale).
Me aferro a una botella que ni siquiera me refleja bien, me bebo cada imagen rota de mí misma. Soy ese espejo que te refleja a kilómetros de distancia. Soy ese peta mal hecho que nunca supe querer.
Te has convertido en mi 'ojalá' favorito, en mi anfeta de las dos de la mañana cuando el insomnio me folla tan fuerte que ni sé respirar(te).
Vamos a cerrar los ojos ¿no? Ese es el juego. Ignorarlo todo, apostar en otro lado, creernos fuertes y jugarnos el resto.
Nunca me gustó mentir. Pero.
Pero.
Las conjunciones, qué hijas de puta.
Yo que solo quería creer en ti. Creer en la única droga que parecía real, que parecía matar mis ganas de morir.
Te has convertido en el peor cristal. De los que cortan y brillan.
Ah...
M.A.G.

6 comentarios:

  1. Smokey Taboo.

    Duele, y joder cómo duele. Esta misma tarde empezaré el primer capítulo de tu historia, pequeña niña imantada, inventaré maniobras de escapismo con tu nombre y me dejaré el alma cuando escriba entre cientos de papeles y de palabras de Word. Gracias por hacer doler. Gracias.

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    1. ... Gracias a ti, en serio. Cada vez que alguien me dice que lo que escribo le llega así, la afortunada soy yo...
      Me tienes muy intrigada tú en particular, además...
      Te escribiré.

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  2. Por cierto, mi correo es: meduelelavida.sinti@gmail.com

    Escríbeme y te enviaré el primer capítulo :)

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  3. A ver cómo te explico que a la hora de releer esto y ponerme a comentarte no me salen las palabras. Y ya te lo han dicho, gracias por doler.
    Creo que es de los mejores textos que has escrito, y lo creo así porque lo he entendido a la perfección, porque has despertado sentimientos que creía muertos, parece ser que no los maté del todo.
    Voy a guardar este texto, ¿puedo? Porque me ha(s) ganado un poco más.

    Pequeña, quiero abrazarte ya.

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    1. Gracias a ti porque te duela, y por tener ese corazón tan grande y tan lleno de piedras preciosas, con sentimientos mágicos y secretos escondidos.
      Claro que puedes guardarlo, para mí es poco más que un honor :')
      Y cuando me abraces creo que vamos a crear un anticiclón, Huracán.

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  4. La verdad es que me ha llegado mucho este texto a mi también, si no te importa lo guardo. Duele, duele mucho.

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