sábado, 9 de junio de 2012

"Me pregunto quién pensó el guion, debe estar bastante enfermo"

"Detecto que al fin te dignaste a cumplir con la cita inaudible." Ya era hora, supongo. O no. La historia ha llegado a otro capítulo, 1999 se ha transformado en 2009. Otro 2009. Las ventanas rotas ya no son las mismas, eso es evidente. "Y me alegro, y me enfado a la vez." Las coincidencias son tan acojonantes... Las dos historias parecen haberse entrecruzado inevitablemente, las ironías en forma de capicúa se pegaron a mi vida el día que escuché aquella canción por primera vez. Fue la primera que oí de LOL, un Septiembre de 2010. Irónicamente (ah, cómo no) comencé por el final de los finales. No podría haber sido de otra manera. En aquel momento quizá me condené irremediablemente. Nunca lo sabré, de todos modos. Nadie sabe cuál es el momento exacto en el que su vida coge un rumbo imprevisible, un camino que cambia por completo su interior, que acaba decidiéndolo todo al final.
Así que cuando el calendario me gritó esa noche, apareciste. Quizá fue culpa de otra de mis absurdas provocaciones al destino. Tal vez la clave está en que no esperaba la llamada, en que escribía como si nunca fueras a leerlo. Me equivoqué, otra vez más. Como ya sabes, no es una novedad.
¿Eso significa que ahora debo medir mis palabras? Quizá debería. Y también puedo. Pero no quiero. Y al final, siempre gana lo que uno desea o no desea. Aunque esto lo aprendamos demasiado tarde, cuando nunca se puede hacer nada.
Qué podría decir ya que tú no sepas... Me sorprende que aún después de todo, aún confíe en ti y en tus palabras. No de la misma forma, no en aquellas que salvaban. Pero sí en que nunca fue tu intención, en que aún, de vez en cuando me recuerdas.
No sé si leerás esto. No es mi intención que lo hagas. No escribo para nadie, ya lo sabes. Lo único que ha cambiado es que ahora lo hago con más frecuencia y en vez de guardarme mis palabras, las suelto al viento, por si a alguien le interesa atraparlas. Quizá tú, quizá cientos de personas que no conozco. Me es indiferente, no me paro a considerarlo.
Algún día tal vez escriba un epílogo en condiciones, o deje ver una despedida que escribí hace un tiempo. Algún día quizá alcances el olvido absoluto (el plural aquí jamás podría ser válido, ya que cuando escribo, jamás miento) y desaparezca totalmente. Quién sabe.
Podría acabar con otra frase de 2009, pero hay otras palabras más idóneas, aunque también de la misma historia.
"¿Cómo podían asentarse en la tierra dos seres tan volátiles? Así que cada uno siguió el camino que le correspondía, y no hay nada más que decir. Hoy iré tarde a dormir. Te informo. Me imagino que mañana te levantarás temprano."
M.A.G.

No hay comentarios:

Publicar un comentario