martes, 12 de junio de 2012

"¿Recuerdas?"

Solo Ángel González debería decirme eso, solo debería evocar, suspirar y llorar cuando leyera poesía. En ningún momento más. No es justo. Nunca ha sido justo.
Cada día una imagen diferente, cada noche otro maldito flashback. La misma discusión conmigo misma. Los mismos argumentos. El mismo final. Otro adiós, desde otra perspectiva, con otras palabras, incluso con otro idioma. Lanzar palabras, sincerarme ante nadie y ante todo el mundo a la vez. Como aquel mes de enero, tan perdida, tan inocente, tan frágil. Leyendo extraños cuentos, llorando con 'días azules' en aquel concierto. ¿Dónde está esa chica de principios de febrero, que escribía sobre el amor (¡cómo si realmente tuviera alguna idea! Definitivamente aquello fue una especie de provocación que el destino se encargó de reponder) a las 5 de la mañana y echaba de menos el verano (aún)? No lo sé, a veces me da la impresión de que cada día me alejo más de ella. Otras, pienso que nunca estuvimos tan cerca.
Y la miro, a través del tiempo. Veo como empieza a recuperar la sonrisa, sin ella darse cuenta siquiera. Aprecio cosas que antes no advertí. Cierro los ojos. Si me concentro vuelvo a estar en su piel, vuelvo a vivir todo otra vez. No obstante, lo evito. Nadie se imagina lo que puede llegar a doler.
Otra entrada más aquí. Otra montaña inútil de palabras. No me canso de seguir escribiendo sobre lo mismo, y quizá se deba a que cada día es diferente. Tal vez la que cambia soy yo. Tal vez.
Enésimo suspiro. Podría jugar a encarcelar algún recuerdo. A gastarte una broma desde la distancia (donde diablos estés. Sé que algunos entendéis de qué hablo.), recordando que supuestamente en el 2012, sí, también, se acaba el mundo. Otra coincidencia más con aquella historia. No obstante, hoy la nostalgia no es exactamente lo que me atormenta. Hoy es el miedo.
Hace algunos días afirmaba que era a enamorarme de nuevo. Ayer, mis palabras se volvieron en mi contra (como es habitual) y me susurraron otra opción mucho peor, que me atemoriza, que se ha convertido en mi insomnio. ¿Y si no pasa otra vez? ¿Y si tarda años en volver? ¿Y si nunca es lo mismo? Las dos peores conjunciones de la historia se han convertido en una sombra dentro de mí. Más fantasmas.
"El sueño de la razón produce monstruos." Y así me va. Cómo me gustaría saber utilizar los plurales. Pero se han perdido, como lo que me restaba de cordura. Quizá sea mejor así. Tal vez no.
2012 con sabor a 1999 (y 2009 a la vez), llévate todas las ironías de una vez (si es que se puede... o si es que realmente lo quiero así).
M.A.G.

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