sábado, 16 de junio de 2012

Noches

De esas noches raras, en las que me olvido de recordar las 4 y 26. Miro al techo, tengo frío. Apago el aire. Alguna sonrisa. Otro recuerdo. Pensamientos incoherentes y mi parte racional discutiendo con la emocional. Que bajen la voz, les digo. No me apetece escuchar sus argumentos de siempre, hoy no.
Tengo la nariz helada y mi camiseta no está mojada de lágrimas. Es de color gris, como yo. El azul ya lo pone mi cuarto. Y me enamoro de las grietas irracionales que recorren mi vida. Podría enamorarme de cada detalle y de cada canción, de cada fragmento de sonrisa, o de cada ataque de ansiedad nocturno.
El tic-tac del reloj me susurra entre respiración y respiración. ¿Querrá decirme algo? Tiene la hora atrasada, no me apetece cambiarlo. Hace mucho que dejé de jugar a mover el tiempo y a vivir en otro espacio. Qué extraños pueden ser los recuerdos. Chica rara, recuerdos raros. Es lo que hay. Es lo que siempre ha habido.
Los sueños me hacen cosquillas en la nuca, o quizá sea que se me ha vuelto a deshacer la coleta. Nunca me ha gustado recogerme el pelo, ni medir mi risa, ni hablar bajo. Manías, supongo. Como lo fue quererte y quedarme dormida siempre con el móvil en la mano.
Las sombras que se reflejan en mi puerta parecen mirarme entre curiosas y asustadas. Quizá se olvidan de que a veces la abro para que se vayan y siempre eligen quedarse. No saben lo que hacen. O tal vez tengan más sentido común que yo. No lo descartaría.
En realidad, a veces pienso que debería prohibirme a mí misma escribir a estas horas. Pero por el día hay tanto ruido, tanta gente, tanta mierda... Ahora al menos solo quedo yo, tan pequeña como siempre ante todo este silencio con sabor a grito. Las palabras son más importantes que esos huecos de mi conciencia, o que todos los arañazos de mi piel. Debo recordarlo.
Perdonarme a mí misma en mitad del enésimo suspiro es la mejor forma de sobrellevar las noches raras.
Hace mucho tiempo que dejé de esperar que me salvaran las personas. Las palabras lo hacen mejor, y no decepcionan, solo hieren lo justo, y luego te curan.
Es normal que no lo entendáis, o que me tachéis de loca. ¿Qué esperabais? Si buscáis coherencia o ingenio o simplemente a una chica normal, os habéis equivocado de lugar.
A veces pienso que hasta yo me he equivocado persona. De mí misma.
M.A.G.

1 comentario:

  1. anda mi habitación tambien tiene algo de azul¡ miraaa: http://imageshack.us/photo/my-images/803/foto0023n.jpg/

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